02 febrero 2011

Barcos y Demonios

Hacía mucho que no veía estrenos patrios y ahora me he juntado con dos de golpe. La primera fue El barco en Antena3. Está claro cual es el high concept: El internado en el mar. Así que repetimos prácticamente todo, chicos y chicas con poca ropa (aquí algo más justificado), niñas entrañables (ostiables) con voz en off para las abuelas y tira millas.


El problema es que en el capítulo y medio que vi no pasó absolutamente nada. En el piloto las escenas absurdas se fueron sucediendo una detrás de otra hasta la gran ola que acaba con un fundido a blanco (están todos muertos) y aquí no ha pasado nada. Total, que el interminable piloto nos deja con lo que sabíamos antes de empezar la serie, que se acaba el mundo. Resumen: dos horas perdidas.


Empecé a ver el segundo capítulo, pero como tampoco pasaba mucho: una niña que se hace pis, una merluza abisal y más cubiertos que caen del techo, lo quité para terminar de ver Misfits. El internado con todas sus locuras y sus niñas insoportables me tuvo ocupado tres o cuatro temporadas, sus primos han naufragado al segundo capítulo, no sé que pasó en el tercero ni me importa.

Ayer le tocó el turno a Angel o Demonio. Desde el principio me empezó a sonar a algo, luego todo encajó, son los creadores de Hay alguien ahí. Aquí el concepto es hacer Buffy + Crepúsculo, aunque de momento la protagonista no tiene sidekicks, pero está claro quien será (quieren que sea) Ángel. Así que tenemos ojos negros, perras del infierno, niñas de 600 años dobladas, imitadoras de Sharon Stone, rollo bollo y para la semana que viene delfines.


El mayor problema es que no tiene demasiado sentido del humor, de manera que cuando pretende poner algo cómico queda muy chungo (la escena de la pelea con el maltratador). El segundo capítulo lo veré porque preveo que puede tener más recorrido que El Barco y además sale Marina Salas, que es el perejil de todas las salsas.


20 diciembre 2010

Erase se una vez un circo

La falta de tiempo, pero sobre todo el no haber visto nada reseñable ha hecho que haya tenido el blog en pausa demasiado tiempo. Sin embargo ayer vi la última película de Alex de la Iglesia y no puedo dejar pasar la oportunidad de ponerla a parir. Es sin lugar a dudas la peor película que he visto en mucho tiempo (incluidas varias de Uwe Boll).


La película empieza en plena guerra civil y a pesar de las "curiosas" interpretaciones de Segura y Guillén Cuervo no deja un mal sabor de boca, entonces llegan unos magníficos títulos de crédito (creo que casi lo único que puede crear unanimidad sobre la película), después tenemos una gran escena en el primer enfrentamiento entre los protagonistas en una cafetería y a partir de ahí lo mejor es largarse. Llegados a este punto cualquier coherencia que uno puede esperar de un guión desaparece y los personajes empiezan a comportarse de manera arbitraria hasta el final de la película. Cada escena está rodada como si fuera el climax y provoca un agotamiento extremo.


Le doy vueltas a ver si puedo sacar alguna cosa positiva pero es que no hay manera. Las metáforas son de una obviedad sonrojante, había momentos en los que me reía por no llorar ante la verguenza ajena que provocan las frases lapidarias que sueltan los personajes y me dio mucha pena Carolina Bang, la están poniendo a caer de un burro (no es santo de mi devoción) pero es que no hay dios que pueda defender su personaje que tiene que actuar de una manera y de la contraria en la misma escena.


En resumen dos premios en Venecia, ovación de Tarantino y críticas llenas de "valentía de Alex", "hecha con las entrañas", "sin concesiones", "salto al vacio". etc... pero alguien tiene que decirlo: es una puta mierda. A fin de cuentas eso es lo que sale de las entrañas.

09 agosto 2010

Once carajos y un bledo

A continuación destripo Origen. Estás avisado.


Un japonés, que nos importa un carajo, y que trabaja para un empresa, que nos importa un carajo, contrata a un ladrón del subconsciente para lograr que un heredero, que nos importa un carajo, destruya un imperio empresarial que nos importa un carajo.

El ladrón, que por supuesto nos importa un carajo, reúne a un equipo para la misión:

- Su amigo, que nos importa un carajo.
- Una arquitecta, que nos importa un carajo.
- Un químico, que nos importa un carajo.
- Un falsificador, que nos importa un carajo.

Según las reglas iniciales, si mueres en los sueños te despiertas. Para intentar dotar de emoción a una misión que nos importa un carajo, en la que unos personajes que nos importan un carajo no pueden morir, Nolan se saca de la manga un LIMBO. Sin embargo todo sigue igual.


Al final, para desviar la atención, nada mejor que dejar un final abierto. ¿Es real? ¿Es un sueño? Francamente querido, me importa un bledo.

25 mayo 2010

El fin último de la creación

Parecía que nunca iba llegar pero Lost también se tenía que terminar algún día. Y como no podía ser menos el capítulo final ha sido un espectáculo enorme. Disfruté cada segundo con el corazón en un puño y los ojos empañados, como con Galáctica, como con A dos metros bajo tierra... he oído quejas de que ha sido demasiado sentimental, si no lloras en el capítulo final de TU SERIE, ¿cuándo ostias quieres hacerlo?

Resulta paradójico que después de seis años de preguntas los guionistas nos cuenten lo que pasa de manera cristalina y aún así haya una inmensa cantidad de gente que no se entera de la misa la media (nunca mejor dicho). ¿Qué mueren todos en el accidente? ¿Qué todo es un sueño de Jack?


No nos han dado las respuestas que nos merecíamos. Si las han dado pero del mismo modo que la ciencia nos la da. Cada descubrimiento nos lleva a una nueva pregunta y así seguimos ab aeterno. El átomo, indivisible, es el componente más pequeño de la materia. Espera, que tiene protones, electrones y neutrones. Espera, que están los quarks. ¿Y el bosón de Higgs? ¿Será la respuesta que nos merecemos o surgirá una nueva pregunta? Lo mismo que en Lost, hemos ido avanzando hasta llegar a la LUZ. ¿De dónde viene? ¿Qué hubo antes del Big Bang?

El querer saber más ha provocado, que a muchos, los números no les han dejado ver el bosque. Y Lost va sobre la vida y los que te acompañan en el viaje. La meta es lo de menos y el viaje ha sido enorme. Y como colofón todos los despertares con Giacchino abriéndote el pecho, la gran redención de Ben recobrando el protagonismo que había perdido esta temporada... Joder, me estoy emocionando recordando el capítulo ahora.


Los que adoramos a Philip K. Dick sabemos que habría disfrutado con esta temporada como un enano, así que para acabar una cita:

“Yo soy Ubik. Antes de que el universo existiera, yo existía. Yo hice los soles y los mundos. Yo creé las vidas y los espacios en los que habitan. Yo las cambio de lugar a mi antojo. Van donde yo dispongo y hacen lo que yo les ordeno. Yo soy el verbo, y mi nombre no puede ser pronunciado. Es el nombre que nadie conoce. Me llaman Ubik, pero Ubik no es mi nombre. Soy. Seré siempre.”

¿Quienes somos? ¿De dónde venimos? ¿A dónde vamos?


¿A dónde coño vamos ahora que no hay Lost?

14 mayo 2010

By Jupiter's cock!

Llevo unos meses que empiezo a escribir algo y lo dejo a la mitad. Creo que es porque no había nada que me entusiasmara, todo ésto agravado porque más que una temporada de llegadas es una temporada de despedidas. ¡Menos de 10 días para que acabe Lost! El enterarme de que La leyenda del Buscador está en el alero tampoco me ha animado demasiado.


Sin embargo, cuando todo parecía perdido llegó la revelación del año. Hay que decir que no me la vendieron demasiado bien: "si te gustó 300...", "bueno, verás, no me gustó 300". Pero a pesar de empezar con la nariz arrugada poco a poco se me quitó la arruga. De hecho el piloto de Spartacus no hace justicia a lo que vendrá después. Parece que la serie irá de peleas al ralentí y salpicones de sangre digital, pero poco a poco las cosas van cambiando, los personajes se van desarrollando, la trama se va liando con conspiraciones y llega un momento en que devoras los capítulos como si fueran pipas.

Creo sinceramente que ésta serie es lo más bestia que se ha hecho en televisión. El que no soporte el gore va a pasarlo mal en muchos momentos porque no se escatima en usar el rojo, solo diré que la trama del Inframundo te deja la cabeza del revés. Al que no le guste ver gente en bolas y dándolo todo follando que se abstenga también. Pero los demás disfrutarán cada segundo y llegaran a un aptoteósico capítulo final que pone un broche de oro a esta primera temporada.


Si una serie es tan buena como sus malos, Spartacus recupera la figura de las "zorras" donde lo dejó Roma y crea con Lucrecia e Ilithya una pareja memorable. Pero por su puesto la serie no sería la misma sin Batiatus con el que John Hannah destapa el tarro de las esencias y se aleja brutalmente (nunca mejor dicho) de la imagen de tontorrón que daba en las Momias de Sommer.


El único contra que se ha encontrado la serie ha sido la enfermedad de Andy Whitfield, esperemos que se recuperé pronto y la segunda eleve el listón (si ésto es posible). Mientras tanto habrá que conformarse con la precuela que han anunciado para saciar nuestras ansias de sangre y arena.