Sin decir nada del penoso trato de Antena 3 a 24, paso a comentar mis sensaciones sobre los 20 primeros capítulos de la quinta temporada. Si no has visto nada de 24 ¡ojo! que voy a contar muchísimas cosas.
Después de la desastrosa cuarta temporada es cierto que esta quinta mejora la cosa, pero tras leer en miles de sitios que era la mejor temporada de todas me estoy quedando de piedra pómez. Todo ha andado más o menos bien hasta llegar a poco más de la mitad de la temporada. De repente la serie se ha deslizado cuesta abajo y más o menos tengo claro qué va a pasar en los cuatro episodios del próximo domingo.

El mayor problema de la serie es el carisma, a lo largo de las temporadas eso tan intangible y tan importante se ha ido diluyendo. Actualmente sólo me importa Jack Bauer y eso no puede ser. No hay ni un sólo personaje más que me atraiga (tal vez Chloe). En las tres primeras temporadas teníamos en primera línea a David Palmer (Dennis Haysbert) en la trama paralela de Jack, me importaba qué le podía ocurrir al presidente de USA mientras Jack sacaba las castañas del fuego. Con su ausencia los demás que andan por las altas esferas no tienen la misma sustancia, así que poco más o menos me da igual. De hecho la muerte del presidente en la cuarta temporada me causó la misma emoción que ordenar mis calcetines.

Por otro lado en las temporadas anteriores estaban Las Zorras (bautismo mío), es decir, Nina Myers (Sarah Clarke) y Sherry Palmer (Penny Johnson). Querías que salieran y que complicaran las cosas, porque el prota necesita rivales a su altura. Si esto no ocurre todo se reduce a un paseo por el campo en el que Jack siempre se sale con la suya sin sudar demasiado. Al final de la tercera prácticamente se hizo borrón y cuenta nueva, craso error, sobre todo si no vas a crear buenos antagonistas.

Ahora a falta de cuatro capítulos realmente me importa tres pares de cojones lo que va a ocurrir. Y es que no se puede pasar de una gran amenaza con gases tóxicos que mataran a cientos de miles de personas, a tener a Jack corriento detrás de un cassette como si fuera la Guardia Civil persiguiendo a los del top manta.
Lo más asombroso de todo es que 24 se haya llevado el Emmy a la mejor serie dramática. Y encima no había nominación para la tremenda 5ª temporada de A dos metros bajo tierra, Roma, Lost o Prison Break. Y pongo Prison Break porque es una heredera natural de 24 y gana libra por libra.

En Prison Break sabemos de que va y luego hay problemas que Michael Scofield va resolviendo como buenamente puede. Además está rodeado de amigos y enemigos carismáticos. Bellick y T-Bag están ahí para quedarse y dar por culo, en 24 cada malo te dura diez minutos porque nunca sabes realmente de que va. Cada cuatro o cinco capítulos se resetea la trama para volver a enganchar a la audiencia con malas artes. Y el problema es que últimamente lo gordo pasa a la mitad, con lo que las temporadas acaban en un anticlímax y no en un clímax.

Además Prison Break está superando con nota los cambios de la segunda temporada y uno desea ver más y más capítulos. Con 24 ver más de uno se hace bastante tedioso. Esta bien que a las series les den premios por lo servicios prestados, pero este año se despedían otras que han tenido una hoja de servicios con muchas menos tachas que 24.
Yo creo que el formato temporal de 24 está agotado, necesitan un cambio porque sabes que todo ocurrirá en 15 minutos, en 12 minutos, en 30 minutos o en los minutos que faltan hasta que sean en punto. Esto provoca que muchos capítulos sean un relleno hasta que eso pase. Además para la sexta temporada espero que despidan al departamento de personal de la UAT porque lo del topo año tras año ya huele.
Después de la desastrosa cuarta temporada es cierto que esta quinta mejora la cosa, pero tras leer en miles de sitios que era la mejor temporada de todas me estoy quedando de piedra pómez. Todo ha andado más o menos bien hasta llegar a poco más de la mitad de la temporada. De repente la serie se ha deslizado cuesta abajo y más o menos tengo claro qué va a pasar en los cuatro episodios del próximo domingo.

El mayor problema de la serie es el carisma, a lo largo de las temporadas eso tan intangible y tan importante se ha ido diluyendo. Actualmente sólo me importa Jack Bauer y eso no puede ser. No hay ni un sólo personaje más que me atraiga (tal vez Chloe). En las tres primeras temporadas teníamos en primera línea a David Palmer (Dennis Haysbert) en la trama paralela de Jack, me importaba qué le podía ocurrir al presidente de USA mientras Jack sacaba las castañas del fuego. Con su ausencia los demás que andan por las altas esferas no tienen la misma sustancia, así que poco más o menos me da igual. De hecho la muerte del presidente en la cuarta temporada me causó la misma emoción que ordenar mis calcetines.

Por otro lado en las temporadas anteriores estaban Las Zorras (bautismo mío), es decir, Nina Myers (Sarah Clarke) y Sherry Palmer (Penny Johnson). Querías que salieran y que complicaran las cosas, porque el prota necesita rivales a su altura. Si esto no ocurre todo se reduce a un paseo por el campo en el que Jack siempre se sale con la suya sin sudar demasiado. Al final de la tercera prácticamente se hizo borrón y cuenta nueva, craso error, sobre todo si no vas a crear buenos antagonistas.

Ahora a falta de cuatro capítulos realmente me importa tres pares de cojones lo que va a ocurrir. Y es que no se puede pasar de una gran amenaza con gases tóxicos que mataran a cientos de miles de personas, a tener a Jack corriento detrás de un cassette como si fuera la Guardia Civil persiguiendo a los del top manta.
Lo más asombroso de todo es que 24 se haya llevado el Emmy a la mejor serie dramática. Y encima no había nominación para la tremenda 5ª temporada de A dos metros bajo tierra, Roma, Lost o Prison Break. Y pongo Prison Break porque es una heredera natural de 24 y gana libra por libra.

En Prison Break sabemos de que va y luego hay problemas que Michael Scofield va resolviendo como buenamente puede. Además está rodeado de amigos y enemigos carismáticos. Bellick y T-Bag están ahí para quedarse y dar por culo, en 24 cada malo te dura diez minutos porque nunca sabes realmente de que va. Cada cuatro o cinco capítulos se resetea la trama para volver a enganchar a la audiencia con malas artes. Y el problema es que últimamente lo gordo pasa a la mitad, con lo que las temporadas acaban en un anticlímax y no en un clímax.

Además Prison Break está superando con nota los cambios de la segunda temporada y uno desea ver más y más capítulos. Con 24 ver más de uno se hace bastante tedioso. Esta bien que a las series les den premios por lo servicios prestados, pero este año se despedían otras que han tenido una hoja de servicios con muchas menos tachas que 24.
Yo creo que el formato temporal de 24 está agotado, necesitan un cambio porque sabes que todo ocurrirá en 15 minutos, en 12 minutos, en 30 minutos o en los minutos que faltan hasta que sean en punto. Esto provoca que muchos capítulos sean un relleno hasta que eso pase. Además para la sexta temporada espero que despidan al departamento de personal de la UAT porque lo del topo año tras año ya huele.