27 septiembre 2007

El coste de oportunidad y me como mis palabras

¿Por qué no veo series españolas? La pregunta tiene muchas respuestas pero la principal es que necesito mentalizarme. Es como ver una película del holocausto, cuando uno está aburrido no se sienta a ver La lista Schindler para pasar el rato, te pones una de Indiana Jones.

Tras pasar la mentalización, si se lo logra (nunca me he puesto a ver El pianista), uno piensa en lo que le espera: son las diez de la noche, pero seguramente la serie no empezará a su hora. A las diez y media con suerte la cosa puede empezar, como no nos gusta hacer las series de una duración estándar, más una publicidad demencial colocada dónde menos conviene, llegan las doce (o más) y te vas a la cama con la sensación de haber perdido el tiempo.

La excepción que confirma la regla

¡Pero lo puedes grabar! Cierto, pero como no tengo video uso mi grabador con disco duro. Como los horarios son caprichosos lo pones a grabar a las nueve y media, para que no se te olvide. Si te acuerdas lo paras cuando te vas a dormir o a veces graba toda la madrugada. Pasan los días y como estás viendo el capítulo semanal de alguna serie americana nunca llega la oportunidad y lo tienes que borrar porque se te ha llenado el disco duro del chisme.

Como tienes cargo de conciencia te la bajas y así te ahorras pasar los anuncios, pero cuando navegas por el PC mirando qué ver esa noche ves que el capítulo dura una hora y media. Mentalmente sabes que en ese tiempo te puedes ver un capítulo de algo y dos sitcoms, o dos capítulos, o cuatro sitcoms... Resulta que sigue almacenada, pero como el PC también se llena lo acabas borrando y nunca volverás a pensar en ella. Sad but true que canta Metallica.

Hace unos días me declaré fan absoluto de los castings pero no de los realities. Dije que todos eran geniales y que si pitos, que si flautas. Pero siempre hay algún productor al acecho amenazando con cargarse la diversión del espectador más despistado. En TVE no han entendido nada.

Los castings de El rey de la comedia son uno de los mayores despropósitos que he visto nunca, y he visto cosas que vosotros nunca creeríais. Vamos a ver, la gracia de un casting es que la gente que lo hace mal, a pesar de causar algo de vergüenza ajena en las almas cándidas, da risa. Punto. No hay más misterio. Somos así, nos gusta reírnos de los demás. Que se lo digan a Larry David o a Ricky Gervais.

Lo que no se puede hacer nunca es un casting para graciosos. Porque los que son malos no hacen gracia, solamente dan pena. Alguien pensó que si alguien malo hace gracia, alguien malo haciendo gracia hace el doble de gracia. Pues no, es un espectáculo lamentable. Es como con los videos de primera, un niño que se cae hace gracia, si lo tiras no.

Not funny, neng

26 septiembre 2007

Johnny Drama's drama

Ahora que empiezan los desembarcos de otoño/invierno nada mejor que seguir recomendando El séquito a los que no la hayan descubierto todavía (ojo que La Sexta le ha cambiado el nombre). Creo que el capítulo final de la cuarta temporada ha sido uno de los mejores de toda la serie. Ya vimos Sundance y ahora tenemos a toda la tropa disfrutando del festival de Cannes. ¿Cuándo llegará Vincent Chase a los Oscars? Esperemos que sea más pronto que tarde.


A pesar de que cualquiera de los nominados al Emmy a mejor secundario de comedia me gustaba, menos John Cryer por esa tontuna de Dos hombres y medio. Me ha dado pena que no se lo llevara Kevin Dillon, esta sin duda ha sido su temporada y le ha robado la cartera limpiamente a Jeremy Piven. Esperemos que el año que viene en los Globos de Oro, o dónde sea, rasque bola.

Con el ascenso en el escalafón de Eric, Ari ha estado demasiado separado de la pandilla durante la temporada. Por supuesto ha seguido brillando, pero se beneficia más cuando sus historias tienen que ver directamente con la carrera de Vincent. Sus tácticas de engaño para vender Medellin en Cannes son geniales, pero Drama con su búsqueda del amor se lleva el gato al agua. Si lo completamos con sus negociaciones para comprar el ático, su nueva serie de televisión o la doble cita con Tortuga está claro porque creo que la temporada fue suya.


Una de los cosas más impactantes de la temporada es ver el destrozo que se ha hecho Anna Faris en la cara. Se ha pasado tres pueblos con la silicona, el botox, el hormigón o lo que coño se haya puesto. Es imposible que sonría o que tenga reacciones faciales normales. Uno podría pensar que es una parodia de la obsesión hollywoodiense por pasar por el quirófano pero es que hace de sí misma.

Ahora nos queda esperar a la próxima temporada. Tengo unas ganas locas de ver algo más de Silo, promete ser lo más grande desde el estreno de Aquaman. Una de las frases de la temporada:

Ari: ¿Te has leído el guión?
Dana: Para qué, voy a ver la película.

21 septiembre 2007

Daños y perjuicios

Uno de los tipos de capítulo habituales en Alias consistía en poner a Sydney Bristow en un apuro y a continuación pasar a un 48 horas antes. J.J. Abrams repitió la jugada con M:i:III y Cuenta atrás lo ha hecho su bandera. En el comienzo de Damages tenemos lo mismo, pero esta vez con un salto atrás de seis meses. A partir de ahí, con mínimos saltos al presente, seguiremos las andanzas de Ellen Parsons, una abogada novata, en el mundo de las grandes demandas civiles.


El problema es que el futuro es demasiado potente y no llegaremos a él a lo largo del capítulo. Tras la entrada de la protagonista en el su nuevo trabajo y el posicionamiento de las piezas de la trama hay una grave pérdida de ritmo tras el piloto. En otras series con planteamientos similares, Twin Peaks o Murder One, todo va dirigido a resolver el misterio. Sin embargo, en Damages el misterio aparece de higos a brevas y lo que ocurre parece totalmente ajeno a lo que pasará en el futuro, que es lo que te tiene intrigado.

Si uno ve Erin Brockovich o Acción civil está con los abogados contra los malvados que se aprovechan del pueblo llano, pero si tienes que decidirte entre el juicio contra un millonario sin escrúpulos que ha robado unos fondos de pensión y un sangriento asesinato, está claro que es lo que pesa más en la mente del espectador. ¡Que más me dan las pensiones!


Cuando sabes el destino quieres llegar allí de una vez. Es como en la génesis del héroe, quieres verlo volar, no puede estar haciendo el panoli mucho rato. Te pueden distraer con Glen Close, tan bien como casi siempre, o con Ted Danson como malvado millonario, pero quieres que se dejen de mandangas y te enseñen que coño pasó en la casa de Rose Byrne. Sin embargo, llevan al espectador con la táctica de la zanahoria y el palo, así corren el riesgo de que alguno deje de tirar del carro y cambie de canal.

18 septiembre 2007

60 entre 30 no es igual a 2

Ya tengo casi acabada Studio 60 y mientras la veo tengo la misma sensación que con los últimos partidos del Madrid Galáctico: hay chispazos de genio pero no se suda la camiseta. Si el mejor capítulo de una serie es el piloto mal andamos.


El primer capítulo es deslumbrante y lleno de situaciones ocurrentes, te presentan a todos los personajes perfectamente y todo está rodado con largos planos secuencia marca Urgencias o El ala oeste. Para rematarlo acaban con Queen, me tenían en el bolsillo. Sin embargo, a partir del segundo capítulo empiezan las cosas que no me gustan. Lo peor de todo es el divorcio entre lo que nos dicen y lo que vemos.

Jordan McDeere (Amanda Peet) decide recuperar a los antiguos cerebros del programa Studio 60 para devolverle la gloria perdida. ¿Por qué? Porque Matt Albie (Matthew Perry) es un genio y el mejor guionista del mundo mundial, pero resulta que cuando nos cuentan los chistes o vemos los sketches no es que no te rías, es que la sonrisa huye despavorida. Si a uno le da por comparar, por ejemplo, las noticias de Studio 60 con el Daily Show con Jon Stewart se le cae el alma a los pies. La opción lógica, si no eres gracioso, es no mostrar los chistes. Pero se reincide en el error una y otra vez.


Aquí llega otro problema, durante muchos de los capítulos se rellena el tiempo con trozos del programa o con actuaciones musicales que no tienen otra razón de ser que lograr alcanzar los 40 minutos. En otros capítulos hay tramas que son un relleno total, por ejemplo en Día de Nevada, todo lo que ocurre en el estudio sobra porque el interés está a cientos de kilómetros de allí.

Que Verónica Mars sea más lista que el espectador no es un problema, que los chicos de El ala oeste sean más listos tampoco, pero cuando el guionista se proyecta en el programa para decirte que es más listo que tú, puede que se te atragante un poco. Está bien que los programas tengan su ideología más o menos definida, pero Aaron Sorkin se pasa tres pueblos dando lecciones, la serie es demasiado didáctica. Incluso hubo un momento en el que pensé en contar las veces que dicen derecha cristiana, pero tampoco era plan.

En el casting hay una falta de química tremenda entre Sarah Paulson y Matthew Perry y siendo esta relación una de las bases del tinglado, hace que la torre de Pisa se siga inclinando. ¿Por qué la sigo viendo? Porque me gustan Matt y Danny, aunque si no fueran interpretados por Perry y Whitford no sé si los aguantaría. También me gusta el presidente de la cadena, Jack Rudolph, y Amanda Peet está excelente. Por ellos sigo, aunque tengo que hacer un esfuerzo y eso no es bueno, por eso la gente se fue yendo de Studio 60.


Mientras Sorkin y los suyos pensaban en ganar la liga usando solo el escudo de la camiseta, llegó un equipo pequeño y se llevó el título. 30 Rock (lo del número parece hasta una coña) con la mitad de duración y muchísimas menos pretensiones, nos muestra casi lo mismo del funcionamiento interno de una cadena de televisión. Esta sitcom te da un codazo cómplice en lugar de sacar un pizarra y explicarte las cosas como si tuvieras cinco años. Con quién prefieres pasar el rato, ¿con los colegas o con la señorita Rottenmayer?

And the winner is...

12 septiembre 2007

Haciendo las Américas

Cuando uno creía que ya lo había visto todo va la HBO y le suelta en la cara Flight of the Conchords. Visto el piloto podría resumirse como una sitcom musical aunque en lugar de resumirla lo mejor es verla.


Parece ser que, además de Peter Jackson, en Nueva Zelanda vive más gente. Bret y Jemaine tienen un grupo y se plantan en Nueva York con el fin de triunfar en la música. Sus personalidades parecen sacadas de una película de Wes Anderson, es decir, si te dicen que vienen de Marte te lo crees igualmente. De hecho la realidad parece algo que sus cerebros no son capaces de computar.

Por lo que se caracteriza la serie es por la inclusión de las canciones del grupo como hilo conductor de la trama. Las letras y los videos son descacharrantes. Pero durante la mayor del capítulo en lugar de reírme me quedé con la boca abierta alucinando con que hayan conseguido financiación. Espero que lo de tres temas por capítulo se mantenga porque no tiene precio.


Estos compositores nos presentan sus inquietudes sobre la vida y el amor con letras directas como:

Porque eres tan preciosa.
Como un árbol,
O una prostituta de las caras.
Eres tan preciosa.
Podrías ser modelo a media jornada.
Aunque probablemente tendrías
que mantener tu trabajo normal

Ahora un vídeo musical de la promoción del grupo.





La serie se complementa con unos secundarios que seguramente nos harán pasar muy buenos ratos. Por un lado tenemos a su representante, un tal Murray, que promete ser la versión neozelandesa del gran Darren Lamb de Extras. Por si fuera poco y a pesar de ser un grupo casi anónimo, cuentan con una groopie entregada cuyo sentido de la realidad nada tiene que envidiar al de los protagonistas.

Espero con ganas que salgan los subtítulos del segundo capítulo y eso es buena señal.

07 septiembre 2007

Quart

Quart no me pareció tan espantosa como he leído por ahí, pero tampoco puedo decir que esté bien. Lo primero que me llama la atención es que el punto de partida sea una especie de secuela de La piel del tambor, ésto no me parece ni bien ni mal, pero no se por qué no han machacado en las promociones con el nombre de Pérez Reverte para subir el interés. Yo me enteré de chiripa el mismo dia del estreno.


El principal defecto, además de la batalla perdida de la duración, es que hay demasiadas cosas en el primer capítulo. La trama se complica y gira sobre sí misma sin que hiciera falta, por si fuera poco hay un par de momentos que o no se escribieron, o no se rodaron, o no se montaron y que provocan un cierto sonrojo en el espectador. El más grave es el de la cruz falsa que debería estar en un sitio y aparece en otro por arte de magia. Luego hay cosas de vergüenza como el momento en el que Quart se cuela en la guarida de los malosos usando una bomba de humo, hay que verlo para creerlo.


Los actores están muy envarados y no les ayuda en nada la dirección. Parece que en cada plano han buscado el peor sitio para poner la cámara, llegando a parecer que cada escena está sacada de una serie distinta, no hay una uniformidad de estilo. Si a ésto le añadimos que el montaje es un desastre, para qué queremos más. Se intuye que todo el asunto podía haber sido infinitamente mejor y hace que moleste más. Espero que en el próximo capítulo se centren un poco y sea todo más coherente.

04 septiembre 2007

Superdislexia 2007

Tenía pensado hablar de los castings y de que es lo más descacharrante que ponen en las cadenas de esta nuestra comunidad. Si fuera por mí luego no se harían los realities, que salvo excepciones me aburren bastante, pero estoy convencido de que vería hasta un casting para elegir disecadores de marmotas o cobradores del frac. Nunca dejará de sorprenderme lo que hace la gente con tal de salir en television, además se puede constatar que el nivel medio de autoestima está más alto que el euribor. Pero algo ha ocurrido, ha llegado el huracán Raquel y Supermodelo 2007 se encarama al top 2 del freakismo patrio tras El internado y justo por encima del anuncio del atún.

Decir que estamos viendo la historia del patito feo sería como comparar a Mortadelo con James Bond. Yo creo que habrá alguien que sea consciente de la gran broma que están haciendo con esta chica. La tragedia es que esto puede acabar como Carrie, porque ciertas miradas de la modelo en ciernes son inquietantes.


Durante el desfile parece que estás viendo a Will Ferrell en una de sus parodias. La muchacha tiene la coordinación de un encierro de San Fermín y la delicadeza de un estampida de búfalos. Por si fuera poco todo está salpimentado con un ñoñería que haría vomitar a Michael Landon. Es cierto que la realización añade un punto más de esperpento con extraños planos insertados por el montador de Michael Bay y que provoca un sensación de caspa postmoderna única.

Los jueces a pesar de pretender que no se están riendo de ella no ayudan. Anuncían a bombo y platillo una foto buena de la chica, pero no dicen que han tirado 3000 que no valían de nada. El problema es que luego intentarán echarla y será complicado como con aquella cantante de OT, aunque tienen la ventaja de que los madrileños no hacemos tanta piña como los canarios. Sobre el jurado se podría hablar largo y tendido pero este post era para el nuevo fenómeno cañí y no para Superacento 2007 o Mini-Jaffar.

03 septiembre 2007

Dos terminators y medio

Supongo que los fans de Terminator se lo habrán pasado bien con el piloto de Las crónicas de Sarah Connor, pero si no tenemos en cuenta la línea temporal de la saga se podría haber títulado perfectamente Terminator 4. Punto por punto se siguen los parámetros de las películas, a saber, dos guerreros del futuro llegan al presente, uno quiere matar a los protas y otro preservar sus vidas. Nada nuevo bajo el sol y aunque entretiene ¿qué sentido tiene ver un resumen si tienes las películas con mejores efectos?


Ese es el mayor defecto que le encuentro a esta nueva serie, cualquiera que haya visto las tres películas podrá entender que esta adaptación televisiva situada entre la segunda y la tercera parte no tiene sentido. Ya sabemos que va a pasar y lo peor de todo es que el objetivo que se marcan los protagonistas en las escenas finales del piloto sabemos que será inalcanzable. A no ser que se olviden de la tercera parte, o se saquen de la manga algún salto temporal que nos lleve a terreno virgen, todo el pescado está vendido.


Seguiré la serie en los huecos en los que no tenga nada para ver pero de momento no me muero porque empiece. Al menos encabezando la serie tenemos a Lena Headey que es, para mi gusto, mucho más atractiva que Linda Hamilton y es capaz de transmitir perfectamente la sequedad y dureza del personaje.