25 mayo 2010

El fin último de la creación

Parecía que nunca iba llegar pero Lost también se tenía que terminar algún día. Y como no podía ser menos el capítulo final ha sido un espectáculo enorme. Disfruté cada segundo con el corazón en un puño y los ojos empañados, como con Galáctica, como con A dos metros bajo tierra... he oído quejas de que ha sido demasiado sentimental, si no lloras en el capítulo final de TU SERIE, ¿cuándo ostias quieres hacerlo?

Resulta paradójico que después de seis años de preguntas los guionistas nos cuenten lo que pasa de manera cristalina y aún así haya una inmensa cantidad de gente que no se entera de la misa la media (nunca mejor dicho). ¿Qué mueren todos en el accidente? ¿Qué todo es un sueño de Jack?


No nos han dado las respuestas que nos merecíamos. Si las han dado pero del mismo modo que la ciencia nos la da. Cada descubrimiento nos lleva a una nueva pregunta y así seguimos ab aeterno. El átomo, indivisible, es el componente más pequeño de la materia. Espera, que tiene protones, electrones y neutrones. Espera, que están los quarks. ¿Y el bosón de Higgs? ¿Será la respuesta que nos merecemos o surgirá una nueva pregunta? Lo mismo que en Lost, hemos ido avanzando hasta llegar a la LUZ. ¿De dónde viene? ¿Qué hubo antes del Big Bang?

El querer saber más ha provocado, que a muchos, los números no les han dejado ver el bosque. Y Lost va sobre la vida y los que te acompañan en el viaje. La meta es lo de menos y el viaje ha sido enorme. Y como colofón todos los despertares con Giacchino abriéndote el pecho, la gran redención de Ben recobrando el protagonismo que había perdido esta temporada... Joder, me estoy emocionando recordando el capítulo ahora.


Los que adoramos a Philip K. Dick sabemos que habría disfrutado con esta temporada como un enano, así que para acabar una cita:

“Yo soy Ubik. Antes de que el universo existiera, yo existía. Yo hice los soles y los mundos. Yo creé las vidas y los espacios en los que habitan. Yo las cambio de lugar a mi antojo. Van donde yo dispongo y hacen lo que yo les ordeno. Yo soy el verbo, y mi nombre no puede ser pronunciado. Es el nombre que nadie conoce. Me llaman Ubik, pero Ubik no es mi nombre. Soy. Seré siempre.”

¿Quienes somos? ¿De dónde venimos? ¿A dónde vamos?


¿A dónde coño vamos ahora que no hay Lost?

14 mayo 2010

By Jupiter's cock!

Llevo unos meses que empiezo a escribir algo y lo dejo a la mitad. Creo que es porque no había nada que me entusiasmara, todo ésto agravado porque más que una temporada de llegadas es una temporada de despedidas. ¡Menos de 10 días para que acabe Lost! El enterarme de que La leyenda del Buscador está en el alero tampoco me ha animado demasiado.


Sin embargo, cuando todo parecía perdido llegó la revelación del año. Hay que decir que no me la vendieron demasiado bien: "si te gustó 300...", "bueno, verás, no me gustó 300". Pero a pesar de empezar con la nariz arrugada poco a poco se me quitó la arruga. De hecho el piloto de Spartacus no hace justicia a lo que vendrá después. Parece que la serie irá de peleas al ralentí y salpicones de sangre digital, pero poco a poco las cosas van cambiando, los personajes se van desarrollando, la trama se va liando con conspiraciones y llega un momento en que devoras los capítulos como si fueran pipas.

Creo sinceramente que ésta serie es lo más bestia que se ha hecho en televisión. El que no soporte el gore va a pasarlo mal en muchos momentos porque no se escatima en usar el rojo, solo diré que la trama del Inframundo te deja la cabeza del revés. Al que no le guste ver gente en bolas y dándolo todo follando que se abstenga también. Pero los demás disfrutarán cada segundo y llegaran a un aptoteósico capítulo final que pone un broche de oro a esta primera temporada.


Si una serie es tan buena como sus malos, Spartacus recupera la figura de las "zorras" donde lo dejó Roma y crea con Lucrecia e Ilithya una pareja memorable. Pero por su puesto la serie no sería la misma sin Batiatus con el que John Hannah destapa el tarro de las esencias y se aleja brutalmente (nunca mejor dicho) de la imagen de tontorrón que daba en las Momias de Sommer.


El único contra que se ha encontrado la serie ha sido la enfermedad de Andy Whitfield, esperemos que se recuperé pronto y la segunda eleve el listón (si ésto es posible). Mientras tanto habrá que conformarse con la precuela que han anunciado para saciar nuestras ansias de sangre y arena.