28 junio 2006

Celebrity adoption deathmatch

¿Quien no querría adoptar a Rory Gilmore? Es guapa, educada, buena estudiante, amante del cine y frikadas varias, adora la dieta no ligera y tiene todas las cualidades que uno pueda imaginar.

Es la hija que todo padre querría, la nieta que todo abuelo desea, la nuera soñada y la novia ideal. Pero, siempre hay algún pero, detrás de tanta perfección debe ocultarse algo, nada es lo que parece y seguro que debajo de esa fachada se esconde un bicho esperando salir a la superficie. Los créditos de la serie revelan que algo no anda bien ahí detrás.

Esa mirada lo dice todo, está al acecho esperando su oportunidad para quedarse con el hotel y cambiarle las pastillas del corazón al abuelo. Es la reencarnación de Gene Tierney en Que el cielo la juzgue, alguien debería explotar el lado oscuro de Alexis Bledel. Pero yo no quiero tenerla en la barca mientras nado por el lago, gracias.

Por otro lado tenemos a una adorable chica rubia que siempre está metida en jaleos. No es una gran estudiante, hay que sacarla de cárcel dos o tres veces al año.

Probablemente esté a punto de morir en este momento pero seguro que llama a urgencias si te caes por las escaleras. No se quedará mirando echando cuentas sobre cuanto se va a llevar del seguro, Veronica Mars es mi elección. La suerte está echada, hagan sus apuestas.


27 junio 2006

La muerte y alrededores

En los últimos años han aparecido varias series que nos garantizan que hay algo más allá, así podemos dormir tranquilos sabiendo que acabar en la sala de autopsias de algún colega de Grissom no tiene que ser el final. Que todas las protagonistas sean femeninas y que haya elementos sobrenaturales seguro que se puede atribuir al 11-S pero lo dejo para otros analistas.

La primera en llegar fue Georgia Lass (Ellen Muth). A sus 18 años y peleada con el mundo entero la tapa del water de la estación Mir la vaporiza en el descanso de su primer día de trabajo. A partir de aquí su trabajo consistirá en recoger almas mientras lidia con los problemas de vivir entre los vivos sin serlo y la repentina nostalgia hacia una familia que creía odiar. A pesar del gran piloto y el humor negro que destila, la primera temporada de Tan muertos como yo no termina de soltarse, todo gira demasiado alrededor de la negación de Georgia a su nueva "vida" y todo es demasiado reiterativo. Estuve a punto de dejar la serie pero me animé con la segunda temporada y la cosa mejoró muchísimo.

El personaje de Rube (Mandy Patinkin) crece enormemente, Daisy Adair (Laura Harris) deja de ser un personaje superficial y se convierte en un puntal de la serie. Para acabar los guionistas dejan que Georgia deje de estar siempre en el mismo capítulo y todo avanza plácidamente. A pesar de todo los índices no debieron ser muy buenos y la serie no sobrevivió, una pena porque por fin parecía encarrilada.

El mismo año que Georgia moría aterrizaba Joan of Arcadia, también por dos temporadas. A la buena de Joan se le aparece el mismísimo Dios y empieza a guiar sus acciones para desfacer entuertos. Hay cosas en la serie que no terminan de encajar como el exceso de protagonismo de los quehaceres del padre policía de Joan (Joe Mantegna). La serie destila buenrollismo pero como todos sabemos Dios escribe recto con reglones torcidos y las cosas no siempre son como esperamos/queremos por lo que gana un punto extra, la serie se deja ver y tiene un buen final de temporada que te hace replantearte mucho de lo que has visto. Como no he visto aún la segunda temporada no se si la cancelación se debió solo a temas de audiencia o si el agotamiento de la fórmula provocó su muerte prematura. Lo que de momento no está claro es si el juego de palabras con Juana de Arco llegará a tener más puntos en común que el hecho de hablar con Dios.

En 2005 una recuperada Patricia Arquette llega con Medium. Básicamente la serie trata sobre una medium que tiene visiones sobre el futuro y el pasado lo que permite al fiscal del distrito resolver sus casos. La diferencia de Medium con otras series policiacas es la importancia de la vida familiar de Allison Dubois (personaje real), la relación con su marido ingeniero y con sus hijas (mediums en potencia). En general esta relación aporta bastantes toques de humor y muchas veces es más importante que el misterio del capítulo en si. Si uno no quiere ver autopsias más o menos desagradables mientras cena es una buena opción, si añadimos que tiene capítulos bastante ingeniosos y que no siempre somos más listos que los guionistas es una buena serie comodín para descansar de tanta serie con arcos argumentales.

La última en llegar de momento ha sido Jennifer Love Hewitt con Entre Fantasmas. Melinda Gordon tiene varios poderes, en primer lugar puede hablar con los muertos. En segundo lugar sus pechos, que deben ser un superpoder porque siempre están resaltados de alguna manera. Y la clave de su fuerza, cual Sansón, un peinado que no se usaba desde que Farrah Fawcett dejó Los ángeles de Charlie .


Tengo que confesar que solo vi dos capítulos pero no había quien aguantara el asunto, si no fuera porque Michael Landon ya usó el título la serie debería haberse llamado Autopista hacia el cielo. La buena de Jennifer se encuentra un fantasma que no sabe que lo es y a través de ella resuelve algo pendiente con la familia, todos lloran y volvemos a empezar. Como secundarios están el marido y su socia en una tienda de antigüedades, ninguno pinta nada de momento. No se si luego la serie mejora pero con estos mimbres no se como ha podido ser un exitazo en USA. Aunque seguramente tiene algo que ver el 11-S, ahora todo tiene explicaciones sencillas. Bueno, Lost no, pero eso, como el reinado de Conan, es otra historia.

20 junio 2006

I just can't stop loving you

Es imposible no adorar a Lorelai Gilmore.

14 junio 2006

Thank you for being a friend

Cuando en España se hace una comedia necesitamos no menos de quince protagonistas y por supuesto no menos de una hora para no contar nada. En Estados Unidos no suele haber más de cuatro o cinco protas y todo pasa en menos de 25 minutos. Allí hacen las series para ciertos sectores de la población pero procuran que puedan gustar a otros grupos. Aquí necesitamos que TODO el mundo tenga que ver la serie así que ponemos abuelos, hijos, nietos, hermanos, primos, fruteros, transportistas, taxistas y dos huevos duros. Nadie piensa que pueden excluirse espectadores en lugar de agregarse.


¿Realmente influye la edad de los protagonistas en el público? Imagina Madrid década de los 80: yo tendría doce o trece años y no me perdía ni un capítulo de Las Chicas de Oro. ¿Cuál era el misterio? Probablemente que me tronchaba con las anécdotas de Sofía, la inocencia de Rose, el zorrerío de Blanche y el vestuario de Dorothy. Aquí nunca se podría hacer esto porque tendrían que aparecer como fijos los ex-maridos, los hijos y parejas y sus ex, los nietos y sus novias, su colegio... Y luego, en el fondo, todos los personajes serían el mismo con frases intercambiables.


Cierto es que ahora no se haría una serie así en USA, parece haber una fobia a la edad en televisión. Además hablaban mucho de sexo y a esas edades lo único que deberían hacer unas jubiladas es calceta. Ahora necesitamos menos años, más glamour y a ser posible unos Manolos. Y con todos los cambios me siguen gustando las protagonistas a pesar de que no tengo nada en común con ellas. ¿Casualidad otra vez? Tal vez es que allí se lo piensan y aquí acumulamos.


Dejaré como pasatiempo al lector encontrar las similitudes entre Sexo en Nueva York (al principio) y Las chicas de Oro que son más de las que parecen a simple vista.

09 junio 2006

Fashion victims

No sigo la moda en cuestiones de vesturio pero en televisión cuando llega la nueva temporada hay que probarse las nuevas series y ver que tal te sientan. El problema es que los ejecutivos ejecutores te pueden dejar con un palmo de narices. Este año además de seguir con las adicciones habituales solo he añadido Prison Break al consumo semanal y acerté. Sin embargo otras series que me había apetecido ver pero reservé para el verano nunca las veré.

A la estela de Perdidos han surgido series encuadradas en el fantástico con grandes arcos argumentales que han sido canceladas, con lo cual te quedas con cara de gilipollas sin nadie a quien acudir. Es el caso de Invasión y Surface, no verán su segunda temporada. En otro género tampoco sobrevive Reunion, los fans están que trinan porque el argumento era de una sola temporada pero ni siquiera se acabará la serie para venderla en DVD como se hizo con Point Pleasant. Es como si te cortan 24 en capítulo 10 de cualquier temporada y te mandan a tomar el aire.

En septiembre llegan las nuevas series ¿merece la pena probarse alguna? ¿Habrá que contentarse con las de capítulos autoconclusivos que no pasa nada si se acaban? Probablemente haya que esperar al menos una temporada y engancharse con retraso como hice con Veronica Mars porque si no corres el riesgo de ver el último capítulo de John Doe y que te entren ganas de invadir Polonia.