La trama de El prisionero podría ser la de un capítulo cualquiera de Los vengadores. Un espía, del que nunca sabremos el nombre, presenta su dimisión. Cuando regresa a su casa es gaseado y pierde el conocimiento. Al despertar se encuentra en La villa, un pueblo prisión, allí será interrogado para averiguar el por qué de su dimisión. No sabe a qué bando pertenecen sus captores, ni quienes de los habitantes son guardias y quienes prisioneros. Cada persona tiene un número asignado y no hay nombres.

Durante los capítulos asistiremos a los intentos de romper el silencio de Número 6 por parte de los sucesivos Número 2, alternando esto con los intentos de fuga del protagonista. La serie tiene ya 40 años y eso se nota. No tanto por los efectos especiales como por el ritmo o la ingenuidad de muchas de las tramas, por otro lado tiene entrañables peleas con dobles que se notan a la legua (una de las parodias predilectas de Benny Hill con Los nuevos Vengadores) y bastante surrealismo del que campaba a sus anchas por aquella época en la pérfida Albión. Destacaría el extraño deporte al que se aficiona Número 6, ahora no recuerdo el nombre, pero que consiste en dos camas elásticas y una piscina, los dos participantes se empujan y se persiguen con el objetivo de tirar al otro al agua. No, no me lo estoy inventando.

Lo más interesante de El prisionero es lo que ha calado en las personas que la han visto. Hay huellas de su trama o situaciones por todas partes. La más evidente es El show de Truman, La villa es como un gran plató con cientos de cámaras que siguen cada movimiento de Número 6, si añadimos que es imposible escapar de La villa no hay más que hablar. También hay semillas de Matrix o miles de cosas que se pueden ver en Lost, desde las latas de comida con marca propia hasta el humo negro, en este caso son unos globos blancos que actúan como pintorescos centinelas.

La verdad es que me gustaría que hicieran un remake actualizado, daría para 10 ó 12 capítulos, en el que explotaran varios caminos que en la serie solo se apuntan de pasada, como la paranoia entre los propios prisioneros o que la figura del malo no fuera tan efímera. También la serie tiene algunos agujeros en la trama, el más llamativo es la situación del complejo. Tan pronto La villa está en el sur de la península ibérica o norte de Marruecos como a diez minutos andando de Londres.

Mención a parte merece el final de la serie. Sólo diré una cosa, si Lost acabase como El prisionero más de uno se va a Hawai a perpretar una masacre. Me gustaría saber la opinión de los que consideran ésta serie una obra maestra sobre si Lost tiene capítulos de relleno y si contesta o no a sus enigmas. Ciertas cosas se pueden deducir picoteando en algunos episodios y se aprecia la parábola del choque entre el individuo y la sociedad, pero el final es bastante mejorable.
Como despedida The prisoner de Iron Maiden. La canción comienza con la mítica introducción de la serie.

Durante los capítulos asistiremos a los intentos de romper el silencio de Número 6 por parte de los sucesivos Número 2, alternando esto con los intentos de fuga del protagonista. La serie tiene ya 40 años y eso se nota. No tanto por los efectos especiales como por el ritmo o la ingenuidad de muchas de las tramas, por otro lado tiene entrañables peleas con dobles que se notan a la legua (una de las parodias predilectas de Benny Hill con Los nuevos Vengadores) y bastante surrealismo del que campaba a sus anchas por aquella época en la pérfida Albión. Destacaría el extraño deporte al que se aficiona Número 6, ahora no recuerdo el nombre, pero que consiste en dos camas elásticas y una piscina, los dos participantes se empujan y se persiguen con el objetivo de tirar al otro al agua. No, no me lo estoy inventando.

Lo más interesante de El prisionero es lo que ha calado en las personas que la han visto. Hay huellas de su trama o situaciones por todas partes. La más evidente es El show de Truman, La villa es como un gran plató con cientos de cámaras que siguen cada movimiento de Número 6, si añadimos que es imposible escapar de La villa no hay más que hablar. También hay semillas de Matrix o miles de cosas que se pueden ver en Lost, desde las latas de comida con marca propia hasta el humo negro, en este caso son unos globos blancos que actúan como pintorescos centinelas.

La verdad es que me gustaría que hicieran un remake actualizado, daría para 10 ó 12 capítulos, en el que explotaran varios caminos que en la serie solo se apuntan de pasada, como la paranoia entre los propios prisioneros o que la figura del malo no fuera tan efímera. También la serie tiene algunos agujeros en la trama, el más llamativo es la situación del complejo. Tan pronto La villa está en el sur de la península ibérica o norte de Marruecos como a diez minutos andando de Londres.

Mención a parte merece el final de la serie. Sólo diré una cosa, si Lost acabase como El prisionero más de uno se va a Hawai a perpretar una masacre. Me gustaría saber la opinión de los que consideran ésta serie una obra maestra sobre si Lost tiene capítulos de relleno y si contesta o no a sus enigmas. Ciertas cosas se pueden deducir picoteando en algunos episodios y se aprecia la parábola del choque entre el individuo y la sociedad, pero el final es bastante mejorable.
Como despedida The prisoner de Iron Maiden. La canción comienza con la mítica introducción de la serie.