28 febrero 2007

Elegí un mal día para dejar de esnifar pegamento

Ayer fue una gran noche de series en programa doble. Primero el noveno capítulo de la tercera temporada de House que fue excelente. Al principio House me gustaba pero no me entusiasmaba, hasta que llegó aquel director negro y enorme que cambió el curso de la serie. Desde ese momento la adicción se puso en marcha.


En esta tercera temporada la cosa está tomando un camino parecido y ayer el capítulo estuvo cargado con una tensión inmensa. Por culpa de treinta monedas de plata estoy deseando que llegue el próximo martes para ver la evolución de los acontecimientos. Por otro lado en el caso semanal estuvieron a punto de llegar a lo más bestia que he visto en una serie de hospitales. Hasta aquí puedo leer. No saquen las manos del vehículo y contengan la respiración hasta que acabe el viaje. Aprovecho para elogiar a David Morse que lo mismo te vale para un roto que para un descosido.


El segundo plato de la noche fue el decimoséptimo capítulo de Heroes, Company Man. Sin duda alguna una obra maestra televisiva y el mejor capítulo de héroes hasta la fecha. Cierra puertas, abre incógnitas y dispara las conspiraciones a un nivel digno de Expediente X. El final de la temporada promete ser la bomba, ya veremos si real o metafóricamente hablando. Por cierto, los efectos especiales fueron espectaculares para una serie de televisión.

Touch the cheerleader, touch the world

A pesar de lo magnífico que fue el episodio no pude disfrutarlo del todo porque por algún extraño motivo creía que en casa de los Bennett también estaba la chica esa que es como un ordenador. Y claro que uno piense que se ha cometido el mayor fallo de racord de la historia crea un poco de desazón en el espectador. Gracias a dios eran imaginaciones mías y nadie la cagó en Heroes. El capítulo lo pondría a la altura de aquel de Lost en el que descubrimos aquellas cosillas de Locke. La próxima semana promete y todavía no he visto Prison Break y está al caer Lost.

3 comentarios:

Mer dijo...

A mí la presencia de eric roberts en casa de los bennet no me hizo mucha gracia. Me pareció muy paródico todo.
Estaba tan nerviosa por el posible fallo de racord que no lo disfruté. Encima tú empezaste a decir que seguramente todo aquello era por un lavado de memoria y entonces yo empecé a escribir guiones posibles en mi cabeza. Un sinvivir vamos.

SisterBoy dijo...

A mi no me importa que House mantega la misma estructura pero la introducción de personajes externos que afectan a varios capitulos le dota de un mayor interes. Lo del poli cabron me tiene los nervios a la miseria, vaya tio escalofriante.

Deckard dijo...

El que aparezca un personaje que desequilibre la balanza de una serie siempre se agradece. Aunque en la segunda temporada fallara un poco el tema de la ex-mujer.