E pur si muove

Dentro de casi nada llegaremos al capítulo 100 de Lost y día a día siguen demostrando su genialidad. De otra manera no se explica que nos tengan a todos siempre con el alma en vilo cuando en realidad no sabemos nada. Porque por muchas teorías que tengamos, debates en los que particitemos y demás, seguimos sin saber un carajo.

Tenemos muchas piezas del puzzle pero no sabemos ni que foto hay que construir ni si las piezas están del derecho o del revés. Por no saber no tenemos ni idea de si el rompecabezas tiene mil piezas o cincuenta mil, pero ahí seguimos colocando todo sobre la mesa y pensando que vamos por el buen camino cuando ponemos dos del mismo color en un lado por si encajan con las del borde.

No diré lo que desconocemos porque no terminaría nunca, pero básicamente sabemos que un avión se estrelló en una isla y que hay viajes en el tiempo. Y de repente una estatua que se levanta en la mitad de la jungla nos devuelve a tiempos en los que todo nos asombraba porque era nuevo y nos damos cuenta de que también nosotros podemos viajar en el tiempo.

Así que seguiremos ahí disfrutando como un niño con zapatos nuevos mientras siguen pasando cosas tan extrañas como que 40 minutos parezca 40 segundos. Bueno, por eso y porque a Kate Austen no la puedes olvidar ni en tres años ni en treinta.